Mejorar la calidad de la educación es un imperativo para el desarrollo del país en términos de capital humano. Posibilitará una reducción gradual de las brechas actuales entre la educación municipal y la particular, avanzando hacia una mayor equidad, al permitir en el tiempo igualar las oportunidades y contribuir a la movilidad social y económica de los estudiantes de sectores vulnerables, en una forma que no es ahora característica de los colegios de dependencia municipal.